domingo, 31 de mayo de 2009

ALEJANDRO MAGNO

ALEJANDRO MAGNO

Aquiles es uno de los guerreros mas famosos de la leyenda clásica. Fue el héroe principal de los griegos en la guerra de Troya, en la que provocó a Héctor en lucha singular y le mató. Aquiles era invencible, porque solo una pequeña parte de su cuerpo, el talón izquierdo era vulnerable. Su madre Tetis, para hacerle invulnerable, le bañó en la laguna Estigia, pero le sostuvo por el talón mientras le bañaba y la invulnerabilidad no le alcanzó aquella parte de su cuerpo. Y por allí le hirió la flecha de Paris dirigida por Apolo. Aquiles se había retirado de la guerra de Troya después de un disgusto que tuvo con Agamenón. Y no volvió hasta que supo la muerte d su íntimo amigo Patroclo. Y para vengarle, mató a Héctor, que había dado muerte a Patroclo.
Alejandro Magno contemplaba una vez una estatua de Aquiles y no parecía muy contento.
· ¿No te gusta? – le preguntaban.
· Le envidio – dijo Alejandro.
Y explicó su envidia así:
· Le envidio porque tuvo un amigo fiel (Patroclo) y un poeta como Homero que cantó sus heroicidades.


Alejandro recibía a los embajadores del Rey de Persia, Darío. Les preguntaba cosas de su país y ellos le hablaban de las riquezas que Darío guardaba acumuladas. Y al fin, Alejandro les dijo:
· Vuestro rey es rico, pero su riqueza se la puedo quitar. Yo no soy rico, pero soy grande; y mi grandeza no me la puede quitar nadie.


Cuando Alejandro se disponía a emprender su primera expedición guerrera por tierras de Asia, Aristóteles, su maestro, le dijo:
· Eres muy joven para la guerra. Mejor harías en esperar un tiempo y entonces la prudencia podría ser ya tu consejera.
· No lo dudo, pero ahora mis consejeros serán el impulso y la audacia, propios de la juventud.
Y gracias a tales consejeros obtuvo, en su primera expedición, sus primeras victorias.
Que fue rey de Macedonia y discípulo de Aristóteles es cosa generalmente sabida, sobre todo lo primero; que conquistó casi todo el mundo entonces conocido también. Y es posible que casi todo el mundo sospeche que tanta conquista solo le sirvió para la satisfacción de su afán de poder y de su instinto guerrero, pues no consiguió ni pacificar todo lo conquistado no gozarlo en paz. Murió a los 33 años y a su muerte, continuaron dominando el mundo conocido los cuatro jinetes del Apocalipsis.


Plutarco, en su Vida de Alejandro, asegura que un rayo cayó sobre la madre de Alejandro sin hacerle ningún daño y que después de esto vio que estaba en cinta. Y así no le fue difícil al padre de Alejandro suponer que su hijo había sido engendrado a medias entre él y los dioses, los últimos en forma de rayo.
El día de nacimiento de Alejandro (que no fue un día de día sino un dia de noche) ardió el templo erigido a Diana, en Éfeso. Diana es el nombre que los latinos dieron a la diosa Artemisa.

Cuenta Plutarco que Alejandro fue educado, desde muy niño, para la guerra y como buen guerrero, para la victoria. Y como niño sabía sacar fruto de la educación que le daban, una vez que su padre Filipo regreso victorioso de una batalla, en vez de mostrar alegría mostró enfadado y le gritó a su padre:
· Si tú ganas todas las batallas, ¿Qué dejarás para mí?
· Así hablaban, se ve, los héroes guerreros de entonces.


Alejandro muy joven todavía (todo lo hizo en la juventud, pues apenas si llegó a la madurez), participaba en un banquete. Y de sobremesa unió su voz a la de los cantores y cantó con ellos. Resultó que su voz era agradable y que cantaba muy bien. Los otros enmudecieron y durante un buen rato, solo se oyó la voz de Alejandro. Hasta que su padre le interrumpió con esta advertencia:
· ¿No te da vergüenza hijo mío cantar así?
Le daba a entender con esto que el canto no es una virtud guerrera, ni una condición natural digna de un rey.


Alejandro tuvo, además de Aristóteles, otro preceptor llamado Leónidas. Y una vez que Alejandro ofrecía sacrificios a los dioses, quemaba tanto incienso que Leónidas le advirtió:
· Tanto incienso a la vez es un desperdicio.
Más tarde Alejandro conquistó la Arabia, donde el incienso se produce. Y regreso a Macedonia con un cargamento de incienso.
Llamó a Leónidas, le enseñó el incienso y le dijo:
· Según tú yo lo desperdiciaba. Y ya ves como los dioses me devuelven, con creces, lo que yo desperdicié por ellos.


Un mendigo, llamado Bianco, pidió limosna a Alejandro. Y el rey le dio a elegir entre las ciudades conquistadas, con la promesa de nombrarle gobernador de la que eligiera. Bianco no creía que aquello fuese posible. Y Alejandro le dijo:
· No pienses en ti, que solo eres el mendigo Bianco. Piensa en mi, piensa que es Alejandro el que da. Y la dadiva tiene que ser digna de mi; no de ti


Uno de los soldados de Alejandro se llamaba también Alejandro. Y el rey de Macedonia le llamó a su presencia. El soldado le dijo:
· Cambiaré mi nombre por otro, si es esto lo que quieres de mí.
· No es esto lo que quiero. Pero si te llamas Alejandro, como me llamo yo, quiero que en las batallas, hagas honor a este nombre, como se lo hago yo.
Y así supo hacer, de un soldado un héroe.


El filosofo Zenocrates era amigo de Alejandro. Y un día Alejandro, para recompensarle, le dio una bolsa llena de monedas de oro. Zenocrates no quiso tomar el dinero. Dijo que no lo necesitaba para nada. Alejandro le gritó:
· - ¡Mala filosofía la tuya! ¿es que no dispones de amigos entre los cuales puedas repartir este dinero? No me bastan a mí los tesoros de Darío para recompensar a todos mis amigos y ¿no eres capaz tú de repartir entre los tuyos las monedas de esta bolsa? Compadezco tu filosofía.


El poeta Antagora iba con las huestes de Alejandro y cantaba en buenos versos (de los que nos e conoce ninguno) las proezas del héroe. Antagora era muy aficionado a la pesca y él mismo se guisaba los peces después. Un día, Alejandro le sorprendió mientras guisaba los que acababa de pescar. Y le preguntó:
· -¿Crees que Homero, cuando cantaba las proezas de los héroes griegos y troyanos, se entretenía guisando peces?
Y el poeta le contestó con otra pregunta:
· -¿Crees tú que los héroes griegos y troyanos de aquella guerra se metían con lo que hacía Homero entre canto y canto?
Parece que la contestación divirtió mucho a Alejandro.


Cuenta Plutarco que un emisario conducía al palacio de Alejandro un mulo con un cargamento de oro. Tanto oro llevaba el mulo, que no pudo con el peso y se desplomó. El emisario cargó el oro sobre sus hombros y así, despacito, agobiado, sustituyó al mulo y consiguió llegar a palacio. Cuando Alejandro le vio tan agotado le preguntó:
- ¿Serías capaz de llevar este oro un poco mas lejos?
- Por ti Alejandro, soy capaz de todo
- Pues si lo llevas hasta tu casa, tuyo es.
No dice Plutarco si el buen hombre consiguió o no llevar el oro hasta su casa.

ALARICO - ALEJANDRO MAGNO

ALARICO

Este rey godo (370-410) fue uno de los destructores de Roma. Atacó la ciudad, la invadió y sus huestes la saquearon despiadadamente durante seis días. Así el primer destructor de la obra del hombre ha sido siempre el hombre.
Roma estaba sitiada y el senado mandó emisarios a Alarico. Y los emisarios, con el intento de hacerle desistir, le dijeron:
- En roma hay un gran ejército. Y mucha gente, que luchará toda contra ti.
- Y Alarico les contestó:
- Mejor se siega la hierba cuando mas espesa es. Decid a los romanos que ellos son la hierba y yo soy la guadaña.



ALEJANDRO MAGNO

Se cuenta de Alejandro Magno (356-323 a. de J.C.) el cual, como se ve, murió muy joven, a los 33 años, que en su guerra contra Darío le estaba derrotando. Y Darío le mandó un mensajero con esta embajada: que si se avenía a hacer las paces, le ofrecí la mano de su hija la princesa Statira, con todo el territorio de Asia MENOR COMO DOTE Y UN TESORO DE DIEZ MIL TALENTOS. Parmenon, consejero privado de Alejandro, le dijo:
- Si yo fuese Alejandro, aceptaría.
- También lo aceptaría yo, si fuese Parmenon.



Uno de los generales de Alejandro, intentando convencerle de que fuese menos pródigo, le dijo:
- Si todo lo das, te vas a quedar pronto sin nada.
- No lo creas. Me quedará siempre la dicha de haber conseguido yo todo lo que doy a los demás y la esperanza de seguir consiguiendo más para que mis dádivas sean cada vez más generosas.
Era hijo de Filipo y de su primera mujer Olimpia. Después Filipo repudió a Olimpia y se caso con otra. Fue discípulo de Aristóteles. Se casó con una princesa llamada Rojana. Su caballo llamado Bucéfalo fue muerto en una batalla y Alejandro fundó, en su memoria, la ciudad de Bucefalia. Es considerado uno de los genios militares de la historia de la humanidad. Era todavía mocito cuando en un banquete, un hermano de la segunda mujer de su padre, dijo a los comensales:
- Filipo os dará, gracias a su matrimonio, un heredero legítimo.
Alejandro se levantó y le gritó:
- ¿Soy yo acaso un bastardo?
Y al decir esto, arrojó una copa a la cabeza del hermano de la mujer de su padre. Filipo, padre de Alejandro, encolerizado por la actitud de su hijo, se levantó para lanzarse sobre él. Pero había bebido mucho, tropezó y cayó al suelo. Y Alejandro le gritó:
- ¿Y tu piensas conducir nuestros ejércitos, cuando no eres capaz de conducirte así mismo a través de la estancia?



Estando ya Alejandro en la adolescencia, regalaron a su padre Filipo el caballo llamado Bucéfalo. Era un animal indómito y Filipo dijo que no lo quería. Y Alejandro le gritó:
- Te pierdes un buen caballo por no saber manejarlo.
- Y tú, ¿Quién eres para darme lecciones? Me faltas el respeto como si tu fueses capaz de montarlo.
- Lo montaré y el caballo me obedecerá.
- Y si fracasas, ¿Qué precio pagaras por tu temeridad?
- El precio que pagarás tú por el caballo.
Todos se burlaban de Alejandro por sus desplantes, pero él se acerco al caballo y en seguida se dio cuenta de lo que lo que le asustaba era su propia sombra. Lo acaricio, lo hizo poner de forma que no viera la sombra, soltó las riendas y lo dejó correr. Cuando le vieron regresar con el caballo dominado, todos le aclamaron.
A Filipo se le llenaron los ojos de lagrimas, besó la cabeza de su hijo y le dijo:
- Tendrás que buscar un reino digno de ti, pues en Macedonia no cabra tu grandeza futura.

El Rey Filipo, padre de Alejandro, regreso herido de una batalla en la que, como en todas aquellas en las que participaba, salió vencedor. La herida le dolía y se quejaba con frecuencia del dolor y Alejandro le dijo:
- Mejor será que no te lamentes, pues tus lamentos no ayudarán a tu curación. Y de esta herida deberías estar orgulloso, puesto que te recuerda la última victoria obtenida sobre tus enemigos.
Posiblemente Filipo le contestó:
- Gracias, hijo mío.


Alejandro Magno no era físicamente grande, sino mas bien pequeño. Muy fuerte, pero no alto, sino lo contrario. Parece que sentado en el trono de Ciro no le llegaban los pies a tocar el suelo. Después de su victoria sobre Darío usaba, como escabel donde apoyar los pies cuando se sentaba en el trono, una mesa de campaña del derrotado rey de los persas. Un eunuco de Darío le dijo que aquello no estaba bien, que era una humillación innecesaria del hombre vencido. Y uno de los filósofos que acompañaban a Alejandro, un tal Filoto, le contestó al eunuco:
- Te equivocas, eunuco; esto no es una humillación, sino una advertencia. Así se advierte Alejandro a si mismo que la inestabilidad es condición propia de los imperios de los hombres.


La madre de Alejandro era muy dada a las intrigas políticas y le gustaba intervenir en las funciones de gobierno, cosa que Alejandro le impedía. En una de sus largas ausencias guerreras, Alejandro dejó a Antipatro como gobernador de Macedonia. Y recibió después un mensaje de Antipatro en el que se quejaba de las continuas injerencias de Olimpia en el gobierno del país. Y le rogaba que no tardara en regresar para poner remedio a aquellas injerencias.
Y Alejandro, después de leer el mensaje, exclamó:
- Antipatro es un buen gobernante, pero no conoce a los hombres. No sabe que una sola lágrima de una madre puede hacer olvidar todo lo que él me dice en esta carta.


En un banquete en el que participaban Filipo de Macedonia, su hijo Alejandro y la segunda mujer de Filipo, Alejandro, que era hijo de la primera mujer, Olimpia, no tuvo con la otra mujer las atenciones que el rango de ella exigía. Filipo se lo recriminó y Alejandro no le hizo ni caso. Filipo se levantó y fue hacia su hijo, enfurecido, para castigarle. Pero había bebido mucho, le flaquearon las piernas y cayó cuan largo era. Y entonces Alejandro dijo a los otros comensales:
- Mi padre es un gran rey. Pero su grandeza, ya lo veis, no puede nada contra la mía. Esto es una buena señal para la futura gloria de nuestro imperio.


La Macedonia antigua, correspondía, mas o menos, a las actuales Grecia, Yugoslavia y Bulgaria. En tiempo de la juventud de Alejandro, Macedonia empezó a participar en los juegos olímpicos de Grecia. Ya entonces el deporte era el único vínculo capaz de unir a naciones enemigas (las naciones de entonces eran enemigas todas). Pero Alejandro no participó nunca… Y una vez que le preguntaban porque no participaba contestó:
- No puedo medir mis fuerzas contra otros atletas que no sean reyes o hijos de reyes.


La primera victoria sonada de Alejandro fue en la batalla de Queroneso. Y al regresar victorioso, su padre le dijo:
- Macedonia es poco para ti, hijo mío. Tendrás que buscar otro reino mas grande.
- Y en esta busca Alejandro perdió la vida. Aunque, entretando, hizo otras muchas cosas, entre ellas fundar la ciudad egipcia de Alejandría, que fue, a través del tiempo, la menos destruida de todas las ciudades del imperio de Alejandro.


Cuenta Aulo Gelio que la madre de Alejandro, de la que otros historiadores apenas dicen nada, era mujer de mucho ingenio y buena consejera de su hijo en ciertos casos. Dice que, habiendo aceptado Alejandro el titulo oficial de “Hijo de Zeus”, empezó así una carta dirigida a su madre: “El rey Alejandro, hijo de Zeus, a su madre Olimpia”. Y que Olimpia le contestó: “te ruego, hijo mío, que no uses títulos que podrían crearme conflictos con la diosa Juno, por celos en este caso, puedes estar seguro, injustificados”



Leemos una anécdota referida a Alejandro, tomada de Américo Scarlatti. Tal como la leemos la ponemos aquí: un mal poeta griego llamado Querilo se obstinó en unirse a las expediciones de Alejandro para cantar sus proezas. Alejandro le autorizó. Querilo compuso un largo poema del que Alejandro era el héroe y le rogó que lo escuchara. Alejandro accedió, pero con una condición: Que por cada buen verso del poema le darían una moneda de oro y por cada mal verso un bofetón. Y que un jurado de poetas dictaminaría sobre la calidad d los versos. Querilo aceptó y empezó la lectura, que no pudo terminar porque los bofetones le causaron la muerte antes de llegar a la mitad.


Alejandro quería mucho a Bucéfalo, su caballo. Y una vez muerto mandó hacer una estatua que lo recordara. Todos los días le ponían a la estatua el mismo alimento que habría tomado. Alimento que, seguramente, después de un rato, repartían entre los otros caballos.

ANECDOTARIO ANÓNIMO

TRASPASO EN VERSO

En una tienda de Madrid apareció un anuncio de traspaso redactado en verso, al parecer obra de uno de los inquilinos de la casa, más o menos poeta. Era asi el cartel:

Esta tienda se traspasa
con permiso del casero;
dará razón el portero
que vive en la misma casa.



LITERATURA RENTABLE

Se cuenta de dos escritores actuales que (uno de ellos escribe muy bien y gana muy poco dinero y el otro, precisamente una mujer, escribe muy mal y gana dinero a espuertas) discutieron sobre la rentabilidad de la literatura.
Claro que no;
· es que tú eres de una calidad excepcional. Y escribes para los que son como tú, que son
los menos.
· Y yo soy una del montón y escribo para los del montón, que son casi todos.
· ¿Sabes quienes son los que te leen?
· No sé quiénes son, pero sé cuántos son.
· Y son tantos, que seguro que no pueden ser excepcionales en nada.


ANECDOTAS DE NUEVOS RICOS

De los nuevos ricos se cuentan algunas anécdotas. Y si es para hacerles quedar mal, se ha de decir, en compensación que ellos tienen dos cosas muy buenas: Que son ricos y que son nuevos.
El nuevo rico iba muy siempre bien vestido. Y uno de sus amigos le advirtió que la chaqueta, en el lado superior izquierdo, le abultaba más que el otro lado. Y el nuevo rico explicó:
· Sí; pero no es el vestido. Es la cartera. Me gusta llevar un poco de dinero encima.


El nuevo rico tenía un hijo, ya mocito. Le visitó un vendedor de libros y le empezó a ofrecer:
· Su hijo ya está en edad de necesitar documentación y de tener donde encontrarla. ¿Por qué no le compra usted una enciclopedia?
Y el nuevo rico, que aquel día ya había gastado el cupo que él mismo se imponía, supo rechazar la oferta y demostrar a la vez que en palabras raras estaba bastante al día. Dijo:
· No, no; todavía no. Prefiero que se vaya a pie.



El nuevo rico se reunió con dos amigos en la terraza de un café. Llegó en un coche enorme, de los que se dice que solo hay dos o tres en el país. Y los amigos no supieron disimular la sorpresa.

- ¡Vaya coche! ¿De dónde lo has sacado?
- Pues no sé. Lo he encontrado esta mañana en el garaje.



EL BENEDICTINO, EL DOMINICO Y EL JESUITA

Estaban reunidos un benedictino, un dominico y un jesuita. Era de noche y de pronto se les apagó la luz. El benedictino propuso a los otros dos rezar un rosario y pedir así a Dios que la luz volviera. El dominico dijo que lo mejor sería averiguar primero las causas del apagón. Y entonces volvió la luz y con la luz, el jesuita que había ido a cambiar el fusible fundido.


JUGADORES DE PÓQUER

Un grupo de amigos estaban jugando al póquer. Llevaban ya rato jugando y estaban en uno de aquellos momentos de más intensa emoción.
Uno de los jugadores perdía mucho. Le dieron tres ases. Pidió dos cartas y subió el otro as. Otros dos jugadores estaban en juego, los dos habían ido también con tres cartas, ambos habían ligado también póquer. Uno de esos casos poco frecuente, que le sirven a un jugador para recuperar, en una jugada, el dinero perdido en muchas. Póquer de dieces, póquer de reyes y póquer de ases. El del póquer de dieces hizo un envite muy fuerte, el del póquer de reyes lo dobló, el del póquer de ases lo triplicó y al fin, los tres se jugaron el resto. Abatieron primero cada póquer mas bajo y el del póquer de ases, en el momento de abatir, vencido por la emoción, cayó muerto de bruces sobre la mesa. Y otro jugador, al verlo muerto, dijo, desorientado:
- ¿Qué hacemos?
Y otro, por deformación de jugador, respondió rápidamente:
- Quitamos los sietes.
Lo que no se sabe es si la partida, sin sietes y con el muerto allí, continuó.



Un español, jugador de póquer, iba en barco. Vió una mesa de póquer. Se acercó a los jugadores. Eran cuatro caballeros muy serios. Uno le preguntó si quería jugar y él dijo que sí. Se lo preguntó en inglés, porque los cuatro jugadores de póquer eran ingleses,
En la primera jugada ligó póquer. Y lo enseñó. Los tres ingleses le miraron sorprendidos.
Y uno le preguntó:
- ¿Por qué lo enseña?
- -¿No juegan así?
- Basta que lo diga. Somos caballeros y ninguno de nosotros duda de la palabra de los otros.
- Ustedes perdonen.
Y después el español, descendiente de aquella tan cacareada picaresca, cuando lo contaba a sus amigos, decía:
- ¡El dinero que les gané!

ANECDOTARIO ANÓNIMO

LA AVARICIA ESCOCESA.-
Los escoceses tienen fama de avaros. Y siempre que se trata de un cuento de avaricia el protagonista es un escocés. Se dice que un escocés fue una vez a una cepillería y enseñó un cepillo de dientes en muy mal estado.
- ¿Se podría recomponer este cepillo? – preguntó
- Poder si se puede. Pero por lo que cuesta un cepillo de esos, no merece la pena componerlos. Mejor compra uno nuevo-es que el mango está en muy buen estado
- -Los mangos de esos cepillos no se estropean nunca.
- -¿Y qué se hace con ellos cuando el cepillo ya se ha gastado?
- -Nada; se tiran, supongo. Aquí nadie viene a pedirnos que le pongamos cepillo nuevo a un mango viejo.
- de todos modos….¿cuánto vale un cepillo nuevo?
- Pues hay de varios precios. Pongamos treinta pesetas.
- Y arreglar éste ¿cuánto podría costar?
- Un poco menos, desde luego. Pongamos veinticinco pesetas.
- O sea, cinco pesetas menos. Cinco pesetas son cinco pesetas. ¿Me lo compondrían?
- Sí, sí. Déjelo aquí.
- Todavía no. Es que es el cepillo de dientes del club y no puedo tomar ninguna decisión sin consultar a los otros socios.

PROBLEMA PARA UN CIRUJANO

Un conocido cirujano explicaba que uno de sus enfermos le planteó este problema:
- Usted, en cada operación aprende algo y gana experiencia, ¿si o no?
- Desde luego que sí.
- Y el enfermo no gana nada y se presta no solo gratis, sino que encima ha de pagar. Esto es injusto. Deberían ser ustedes los que pagaran algo a los enfermos cada vez que les intervienen.
- Decía el cirujano que la cosa terminó muy ingeniosamente por parte del enfermo.. el médico le decía:
- ¿ Y de que viviríamos entonces los médicos?
- El enfermo le hacía otra pregunta:
- ¿y de que vivimos ahora los enfermos?


CUANDO LOS EXTRANJEROS NOS CRITICAN

Una señora inglesa, que llevaba ya algunos años en España y que hablaba, aunque muy mal pronunciado, el español, nos decía:
· Lo que más me chocó de las mujeres españolas, cuando llegué aquí, es la forma como gritan cuando hablan.
· Y lo decía con una voz chillona, estridente, que obligaba a los otros a interrumpir sus conversaciones y a escucharla sólo a ella.

Una señora norteamericana, de unos cuarenta años, recién llegada a España, nos explicaba cosas de España a un grupo de españoles. Nos decía:
· En los países más atrasados, como es el Sudán y como es España, las mujeres, a los cuarenta años, ya han envejecido.
· Entre los que la escuchábamos había tres señoras españolas, de alrededor d cuarenta años, muy bonitas y muy bien conservadas las tres y que parecían las tres bastante más jóvenes que la norteamericana, mal conservada y excesivamente gruesa. Y una de ellas, amablemente le dijo:
· No, si la verdad es que los españoles, para llegar a conocernos, hemos de escuchar a los extranjeros que nos visitan.


ANÉCDOTAS TEATRALES.-

1.- Parece ser que el día del estreno de una obra, en un teatro de Madrid, el primer acto fue recibido con abucheos y silbidos. Y entonces el director de la compañía alió por delante del telón y dijo a los espectadores:
· Estoy con ustedes; esto es muy malo. Y los actos que faltan aún son peores. ¿Ponemos otra comedia?
· La contestación fue unánime:
· ¡¡¡¡Sííí!!!
· Y se empezó otra obra, una repertorio
Y también parece ser que el director, antes de empezar la otra comedia, volvió a salir y advirtió:
· Si silban esta, no empezaremos otra, porque acabaríamos demasiado tarde.

2.- De un actor, cuyo nombre se calla pues todavía vive, se cuenta que, en una larga tournée por distintas poblaciones y por no ir el negocio demasiado bien, no le pagaban el sueldo concertado. Lo reclamaba y el empresario le decía:
· Mañana.
Hasta que el autor, cansado y sin un duro, le dijo:
· Si esta vez no es verdad, no trabajo más.
No fue verdad. En el momento de empezar la función el actor reclamó el dinero. No le pagaron. Y el actor, disimuladamente, salió del escenario y entró en el patio de butacas. No había mucha gente. El actor se sentó en una de las últimas filas ocupadas, las seis o siete. Y después de un rato le dijo a otro, un desconocido, a cuyo lado estaba:
· ¡Verá usted ahora la que se arma!
· ¿Por qué? ¿Qué pasa?
· Pasa que ahora, dentro de muy poco, sale a escena un nuevo personaje. Y ese personaje soy yo.
No dice la anécdota lo que pasó.


3.- Se cuentan muchas anécdotas de equivocaciones sufridas por actores la primera vez que han aparecido en escena. Y las que menos se cuentan son las dos más sorprendentes. En ninguna de las dos se cita el nombre del actor que a lo mejor, llegó después a la cumbre de la fama.
· Un actor principiante solo tenía que contestar dos palabras a dos preguntas que le hacían. A la primera pregunta *sí* y a la segunda pregunta *no*. Y aturdido, se equivocó. Alguien de los que tienen la costumbre de anticiparse, suele decir:
· DIJO NO EN VEZ DE SÍ Y AL REVÉS
· No. La primera vez dijo: ¡ni! Y la segunda ¡so!
· Y otro actor de la compañía, cuando lo contaba, decía:
· Y LO MAS CURIOSO DEL CASO ES QUE NADIE DEL PUBLICO SE ENTERÓ.



4.- Otro actor empezó con un papel de criado, con una sola salida a escena. Aparecía con un servicio de chocolate en una bandeja y decía:
· ¡Señorito, el chocolate!
Lo repetía una y otra vez para decirlo con l entonación justa. Y en el escenario la emoción le trabo la lengua y le salió así:
· ¡Chocolito, el señorate!

Otra equivocación, en boca de una actriz una de las primeras veces que salía a escena. Tenía que decir, muy asustada:
· Está la calle llena de policías y hay un cochecito de niño junto a la puerta.
Estaba asustada de verdad, por ser la primera vez y empezó asi:
· HAY UN POLICIA JUNTO A LA PUERTA…….
Y ya en la pendiente, intentó arreglarlo así:
· Y ESTA EN LA CALLE LLENA DE NIÑOS EN SUS COCHECITOS.

Otra equivocación teatral, ocurrida en Madrid, es la del actor que tenía que decir:
· OS ESPERO A LA PUESTA DEL SOL.
Y le salió así:
· OS ESPERO EN LA PUERTA DEL SOL.
Era una obra del tiempo actual y nadie se dio cuenta.

sábado, 30 de mayo de 2009

C ON F U C I O

Siglo V a VI antes de J.C.

SABIO.-
Ser desconocido de los hombres y tenerle a uno sin cuidado, he aquí lo que es propio del sabio.
Lo que quiere el sabio lo busca en si mismo; el vulgo lo busca en los demás.

SABIDURÍA.-
La seriedad es dolo la corteza del árbol de la sabiduría, sin embargo la preserva.

BUENO Y MALO.-
Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo.

HABLAR DE UNO MISMO.-
No debemos nunca hablar ni bien ni mal de nosotros mismos; bien, porque no nos creerían y mal, porque lo creerían demasiado fácilmente.

DEFECTOS.-
Confesar los defectos cuando son reprendidos es modestia; descubrirlos a los amigos es ingenuidad y confianza; hacer alarde de ellos sin ser preguntado, es orgullo.

CLASES.-
Donde hay educación no hay distinción de clases.

HOMBRE PERFECTO.-
El que ante la ganancia piensa en la justicia y frente al peligro ofrece su vida y aunque pasen años no se desdice de las promesas que hizo, tal hombre puede considerarse perfecto.

MUERTE.-
Si todavía no conocemos la vida, ¿cómo podemos conocer la muerte?

SEMILLA.-
No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.

PERDÓN.-
El que nada se perdona a si mismo, merece que se lo perdonemos todo.

TRABAJO.-
Dios ha puesto el trabajo como un centinela de la virtud.

VERDAD.-
El que por la mañana ha conseguido conocer la verdad, ya puede morir por la tarde.

PITÁGORAS

Siglo V antes de J.C.

SILENCIO.-
El silencio es la primera piedra de templo de la sabiduría.

PRINCIPIO.-
El principio es la mitad del todo.

COSTUMBRE.-
Elige lo mejor; la costumbre lo hará suave y fácil.
Escoge la mejor manera de vivir; la costumbre te hará agradable.

PODER Y POBREZA.-
El poder y la necesidad son con frecuencia vecinos que se ignoran.

TACTO FEMENINO.-
La mujer ha de usar sus gracias con tal tacto, que siempre le quede una
por descubrir.

SABIOS DE GRECIA: PITACO DE MYTILENE

Siglo V antes de J.C.

PADRES E HIJOS.-
Piensa, cuando se trate de honrar a tus padres, que los mismos tratos que dieras
tu a tus padres te darán tus hijos a ti.

OBEDECER Y MANDAR.-
si no has aprendido primero a ser mandado y a obedecer, dificilmente aprenderás
a mandar.

NO DIGAS NUNCA.-
No digas nunca lo que vas a hacer; pues si no eres afortunado en tu propósito,
los otros se reirán de ti.

FRUTO BUENO DEL MAL.-
Si alguna cosa de la conducta del prójimo te causa indignación, procura no hacerla.

TU PALABRA.-
que tu palabra no se adelante a tu pensamiento.

ESPOSA.-
Toma esposa entre los de tu condición; pues si la tomas entre los mas poderosos,
mucho te costará que sus parientes te consideren igual y si la tomas entre los de
condición inferior, sus parientes te darán mucho trabajo.

OPORTUNIDAD.-
El momento oportuno es una puerta abierta hacia infinitas posibilidades; aprende
a conocer este momento.

ACTITUD ANTE LO DESAGRADABLE.-
Toma tus precauciones para evitar todo lo desagradable y si no las has tomado o si,
a pesar de todo, lo desagradable ocurre, sopórtalo con ánimo, no solo para evitar tu
derrumbamiento, sino para fortalecer a los otros que sufren contigo el mismo contra-
tiempo

SABIOS DE GRECIA : BRIAS DE PRIENA

Siglo V antes de J.C.

ALABAR.-
Si buscas la manera de alabar a otro, no pienses en su riqueza.

DESVENTURA.-
serás doblemente desventurado, si no sabes sobrellevar tu desventura.

DESEO.-
El deseo es bueno, porque la vida es deseo; pero desear lo imposible es
una enfermedad mental.

TRABAJO.-
El trabajo que sea empiézalo con lentitud y continúalo sin apresurarte,
pero sin interrupción.

HABLAR.-
No hables nunca aprisa ni precipitadamente; en dos maneras de hablar
hay siempre daño: en el hablar mucho y en el hablar aprisa.

ROSTRO Y OBRA.-
Contempla tu rostro en el espejo y si te gusta, procura que tu obra guarde
relación con la belleza de tu rostro y si no te gusta, procura que la belleza
de tu obra compense la falta de belleza de tu rostro.

PREDICAR CON EL EJEMPLO.-
Hablar de piedad con un impío es perder el tiempo; lo mismo que hablar de
generosidad con un avaro y hablar de sabidurías con un tonto. Y al piadoso,
al generoso y al sabio no hace falta hablarles de lo que ya conoce. De piedad,
generosidad y sabiduría habla solo contigo mismo y así predicarás con el
ejemplo.

FALSOS SABIOS.-
Los falsos sabios parlanchines se parecen a los mochuelos, cuyas miradas son
vigorosas durante la noche y al brillar el sol se apagan. Asi la inteligencia de
los falsos sabios, aunque muy fina para las cosas superficiales y vanas, palidece
ante la verdadera luz.

NORMAS DE CONDUCTA.-
Si no quieres confundirte con los badulaques, los inútiles y los cabezas huecas,
aplica a la obra, el precepto; al momento oportuno, la precaución; a la conducta,
la nobleza; al trabajo, el orden; al temor, la piedad; a la riqueza, la generosidad;
al discurso, la persuación; al silencio, la expresión favorable; ala sentencia, la justicia;
a la audacia, la precaución, a la acción, la eficacia; a la gloria, la humildad; a la
autoridad necesaria, la amable inflexibilidad y a tu naturaleza, el buen juicio mental.

SABIOS DE GRECIA: CHILÓN DE LACEDEMONIA

Siglo V antes de J.C.

CONÓCETE:
Aprende a conocerte a ti mismo

Lo mas difícil para el hombre es conocerse a si
mismo; pues impiden este conocimiento las mu-
chas cosas que el hombre, por amor a si mismo,
se atribuye sin tenerlas y las muchas que, te-
niéndolas, finge no darse cuenta.

HOMBRE FUERTE:
Si eres fuerte y quieres que los demás te honren
y te teman, no uses de tu fuerza.

GANANCIA Y PERDIDA.
No es posible que todo sea ganancia y nunca todo es pérdida;
aprovecha las ganancias, por si tardan en repetirse y saca de
las pérdidas el mayor beneficio posible.

AMIGOS Y ENEMIGOS:
Nadie tiene verdaderos amigos ni verdaderos enemigos,
cualquier hombre, en cualquier momento de la vida, puede
ser tu amigo o tu enemigo, según como te conduzcas con él.

NI POBRE NI RICO
Equilibra tus necesidades con tu riqueza y no serás pobre ni
rico, sino simplemente afortunado.

RIQUEZA
La riqueza sirve mas de apoyo a la maldad que a la buena conducta honrosa.

COSAS DIFÍCILES:
Tres cosa son difíciles para el hombre: guardar los secretos, distribuir bien el
descanso y soportar al que acusa.

SOPORTAR:
En este mundo es necesario, si se navega, soportar al que navega con nosotros
y en la guerra soportar al compañero de tienda de campaña; pero no es de buen
juicio soportar, como compañeros de mesa, a hombres con los que no se convive
a gusto.

SABIOS DE GRECIA: CLEÓBULO DE LINDIO

Mediados del siglo VI antes de J.C

INJUSTICIA: Aceptar la injusticia no es una virtud, sino mas bien todo lo contrario

AMIGOS: Nada importa que no acudas a celebrar el éxito de un amigo; pero no
dejes de acudir a su lado en el infortunio.

PALABRAS La abundancia de palabras y la ignorancia predominan en la mayor
Y SILENCIO: parte de los hombres; si quieres sobresalir de la mayoría inútil,
cultiva tu conocimiento y envuélvete en nubes de silencio.

HACERLO Antes de salir de tu casa piensa en la manera de hacer bien aquello
TODO BIEN: que vas hacer y cuando estés de vuelta, medita si lo has hecho bien.

ACTITUD Lleva virilmente los cambios de fortuna sin enorgullecerte del éxito ni
FRENTE A dejarte abatir por los contratiempos; sé como una roca y no como un
LA VIDA : espantapájaros que el viento mueve de un lado a otro.

UNO DE Aprende a vivir aislado y a meditar en la soledad; pero si te mezclas
TANTOS: con la muchedumbre procura ser, como todos ellos, uno de tantos.

NO TE No te confíes nunca a los que están a tus ordenes o dependen de ti y
CONFIES: procura no estar a las ordenes de nadie ni depender de nadie, aunque
no tengas a quien confiarte.

SABIOS DE GRECIA : PERIANDRO DE CORINTO

Entre los siglos VI y V antes de J.C.

DESGRACIADO: Si llegas a ser desgraciado, ocúltalo, para que tus
enemigos no se alegren.

ALEGRÍA: Evita, por encima de cualquier circunstancia, la tristeza;
que tu alegría no sea fruto de las circunstancias favorables,
sino fruto de ti mismo.

NO HAGAS: No hagas nunca nada de lo que puedas arrepentirte después.

PLACER: El placer es pasajero. Perderás el tiempo si intentas hacerlo durar
pero acaso no lo pierdas se después de acabado un placer, empiezas
a buscar otro.

AMIGOS: si un hombre es tu amigo, alegrate de su bienestar y ayúdale en su
SI Y NO desgracia; si no lo es, buscate otra compañía.

ENVIDIA: como el orín consume al hierro, así la envidia consume el alma envidiosa.

OLVIDO: Olvidate de lo malo que, contra tu voluntad, prometiste hacer.

ERROR: Si te equivocas, reconoce el error y cambia de conducta; todo el mundo
puede equivocarse, pero solo los necios persisten en el error.

BUENA: No es mala norma de vida esforzarse en que los pocos hombres que nos
CONDUCTA conocen aprueben nuestra conducta.

SABIOS DE GRECIA: SOLÓN DE ATENAS

Entre los siglos VI y V antes de J.C.



DENTRO DE TI : Busca dentro de ti mismo, en tu cabeza; y allí

lo encontraras todo.



PLACER: No prolongues demasiado el placer; interrúmpelo

antes de que sobrevenga el hastío.



CONSEJO: El consejo de un buen amigo es como vino generoso

en copa de oro.



AMIGOS: No tengas prisa en adquirir nuevos amigos y una vez

adquiridos, no tengas prisa en deshacerte de ellos.



ACTITUD CON: Es muy difícil cambiar la naturaleza de los hombres; es

LOS OTROS mucho mas fácil apartarse de aquellos en cuya naturaleza

no puedas encontrar sino molestia.



JUVENTUD: Nada impide que un joven juzgue correctamente; pero si

Y MADUREZ necesitas consejo, pídelo a quien haya ya dejado atrás la

juventud.



LEYES: Las leyes son semejantes a las telas de araña: contienen a

lo débil y ligero y son deshechas y traspasadas por lo fuerte

y poderoso.



GOBIERNO: Para el buen gobierno de una ciudad es absolutamente necesario

establecer un orden bueno y castigar públicamente a los que lo

interrumpen.



Para el buen gobierno de una ciudad los gobernantes deben

obedecer a los gobernantes y los gobernantes deben obedecer

las leyes.

LOS SIETE SABIOS DE GRECIA. TALES DE MILETO

TALES DE MILETO
entre los siglos VI y V antes de J.C.

BUEN VASALLO Honra al gobernante y agradécele el trabajo que
se toma de gobernar por ti.

BELLEZA Si la belleza de tu rostro te abre las puertas, la
belleza de tus costumbres te las mantendrá abiertas.

GOBIERNO Nunca gobernarás bien a los demás, si no empiezas
por gobernarte bien a ti mismo.

PALABRAS Cuida tus palabras; que aquellas no levanten jamás
un muro entre ti y los que contigo viven.

ENVIDIA Si la envidia es natural en los hombres, mejor que
ocultes tu prosperidad y así evitarás provocar envidia.

APRENDER
Y ENSEÑAR De todo lo que es posible aprender, elige y aprende
lo mejor y todo lo que hayas aprendido, elige lo mejor
y enseñalo a los demás.

TRABAJO Búscate siempre un trabajo y cuando lo tengas, no
pienses en nada mas que en hacerlo bien.

HABLAR MUCHO Nunca es demasiado hablar en señal de prudencia;
piensa y cuida cada una de tus palabras y huye de
las lenguas siempre en movimiento de los hombres
parlachines.

GRANDEZA Si tu grandeza humana despierta tu vanidad, piensa
en el espacio, cuya grandeza es mucho mayor que la
tuya, pues contiene todas las cosas.

SABIDURÍA Si buscas una buena solución y no la encuentras
DEL TIEMPO consulta al tiempo; puesto que el tiempo es la
máxima sabiduría.

CAMINO FÁCIL El hombre, por vanidad, se complica la vida; pero,
en todo, el camino mas fácil es el que está mas
conforme con la naturaleza.

LIBRO DE PROVERBIOS

o de las PARÁBOLAS. Escrito por SALOMÓN, entre los siglos X y IX antes de J.C.

El que es sabio de corazón recibe bien los avisos; para el mentecato cada palabra es un azote.
En el mucho hablar no faltará el pecado; mas quien sus labios refrena es hombre prudente.
La belleza de una mujer fatua es como sortija de oro en el hocico de un cerdo.
Corona de su marido es la mujer hacendosa; así como es una carcoma de sus huesos las de malas costumbres.
Quien guarda su boca, guarda su alma; pero el inconsiderado en hablar sentirá los perjuicios.
Quien anda con sabios, sabio será; el amigo de los necios se asemejará a ellos.
Come el justo y satisface su apetito; pero el vientre de los impíos no se saciará.
De toda ocupación se saca provecho; pero del mucho hablar solo miseria.
Quien es sufrido se gobierna con mucha prudencia; pero el impaciente pone de manifiesto su necedad.
Aficionase el hombre al dictamen que ya ha manifestado; mas aquella es óptima palabra que es la mas oportuna.
Aún el ignorante, si calla, será reputado por sabio y pasará por entendido si no despliega los labios.
Quien responde antes de oír muestra ser un insensato y digno de confusión.
La doctrina del hombre se conoce por la paciencia y su gloria es no hacer caso de las injurias.
Es honor del hombre huir de las contiendas; pero todos los necios se mezclan en altercados.
No pongas tus ojos en las riquezas que no puedas adquirir, porque ellas tomarán alas como de águila y se irán volando por el aire.
No te metas a discurrir en presencia de los necios, porque despreciarán tus juiciosos razonamientos.
No mires al vino cuando bermejea, cuando resalta su color en el vidrio; entra suavemente, mas a la postre muerde como culebra y esparce veneno como el basilisco.
Manzana de oro en canastilla de plata; así es la palabra dicha a su tiempo.
Nubes de viento que no traen lluvia es el hombre fanfarrón que no cumple sus promesas.
No frecuentes la casa de tu vecino, si no quieres que, harto de ti, te cobre aversión.
El látigo es para el caballo; el cabestro para el asno y la vara para las costillas de los necios.
No respondas al necio imitando su necedad, para que no te hagas a él semejante. Contéstale si, como su necedad se merece, para que no se crea él que es un sabio.
No te jactes de cosa que has de hacer el día de mañana, pues no sabes lo que dará de si el día siguiente.
Aun cuando majare al necio en un mortero, como se maja la cebada con el mazo, no desprenderás de él su necedad.
Tiénese por sabio al hombre rico; pero el pobre dotado de prudencia sabrá quitarle la máscara.
Tres cosas me son dificiles de entender, o mas bien cuatro, que ignoro totalmente; el rastro del águila en el aire, el rastro de la culebra sobre peña, el rastro de la nave en alta mar y el proceder del hombre en la mocedad.
Dad los licores a los afligidos y el vino a los que tienen el corazón lleno de amargura. Beban éstos para echar en olvido su miseria y no acordarse mas de su dolor.

viernes, 29 de mayo de 2009

ECLESIASTÉS

ECLESIASTÉS es uno de los libros bíblicos escritos por SALOMÓN, hijo de DAVID, rey de Israel entre los siglos X y IX antes de J.C.

Vanidad de vanidades, dijo el Eclesiastés; vanidad de vanidades y todo vanidad.
¿Qué saca el hombre de todo el trabajo con que se afana debajo de la capa del sol?
Pasa una generación y le sucede otra, mas la tierra queda siempre estable.
Todos los ríos entran en el mar y el mar no rebosa; van los ríos a desaguar en el mar, lugar de donde salieron , para volver a correr de nuevo.
Todas las cosas son difíciles; no puede el hombre explicarlas con palabras. Nunca se harta el ojo de mirar ni el oído de oír.
¿Que es lo que hasta aquí ha sido? Lo mismo será. ¿que es lo que se ha hecho? Lo mismo que se ha de hacer.
Nada es nuevo en este mundo ni puede nadie decir: he aquí una cosa nueva; porque ya existió en los siglos anteriores a nosotros.
No queda memoria de las cosas pasadas; mas tampoco de las que están por venir habrá memoria entre aquellas que vendrán después de lo ultimo.
Yo he visto todo cuanto se hace debajo de la capa del sol y he hallado ser todo vanidad y aflicción del espíritu.
Las almas pervertidas con dificultad se corrigen y es infinito el numero de los necios.
Puesto que la mucha sabiduría trae consigo muchas desazones y quien acrecienta el saber, también acrecienta el trabajo.
Entonces dije yo en mi corazón; iré a bañarme en delicias y a gozar de los bienes. Mas luego eché de ver que también esto es vanidad.
Tiene el sabio los ojos en su frente, pero el necio anda a oscuras. Con todo observé que ambos a dos vienen a morir igualmente.
Por lo que dije en mi corazón: si yo he de morir lo mismo que el necio, ¿de que me sirve haberme aplicado con mayor desvelo a la sabiduría? Y discurriendo para conmigo inferí que aun esto era vanidad.
Porque no ha de se eterna la memoria del sabio, como no lo es la del necio; y los tiempos venideros sepultarán en el olvido todas las cosas; muriendo así el docto como el ignorante.
Después de haber trabajado uno con sabiduría y doctrina, viene a dejar lo adquirido a un holgazán; cosa que ciertamente es una vanidad y mucha desdicha.
¿No sería mejor comer y beber y regalarse con lo ganado a costa de sus fatigas? Pero este don viene de la mano de Dios.
Y así he conocido que lo mejor de todo es estar alegre y hacer buenas obras mientras vivimos.
Lo que fue hecho, eso mismo permanece, lo que ha de ser ya fue; porque Dios renueva lo que pasó.
¿Quien ha visto si el alma de los hijos de Adán sube hacia arriba y si el alma de los brutos cae hacia abajo?
Mas vale un puñadito con descanso que las dos manos llenas con trabajo y aflicción de espíritu.
Mejor es, vivir dos juntos que uno solo, porque es ventajoso el estar en compañía.
Si duermen dos juntos se calentarán mutuamente; uno solo ¿Cómo se calentará?
A los muchos cuidados se siguen sueños y en el mucho hablar no faltarán sandeces.
El avariento jamás se saciará; y el que ama las riquezas ningún fruto sacará de ellas.
Dulcemente duerme el trabajador, ora sea poco, ora sea mucho lo que ha comido; pero está el rico tan repleto de manjares que no puede dormir.
Por tanto, yo tengo por una cosa bien hecha el que el hombre coma y beba y disfrute con alegría del fruto de las fatigas que ha de soportar en este mundo, durante los días de vida que Dios conceda y ésta es la suerte que le pertenece.
Y cuando concede Dios a un hombre conveniencias y hacienda, dándole al mismo tiempo facultad para gozar de ellas y disfrutar de la parte que le ha tocado y alegrarse con el fruto de su trabajo, es esto un don de Dios.
Los días de su vida se le pasarán casi sin sentirlo, porque Dios le llenará el corazón de delicias.
Todo el afán del hombre es para saciar su boca, mas su alma no quedará saciada.
Mucho se habla y discurre en las disputas y en todas ellas se vé mucha vanidad.
Las risas del insensato son como el ruido de las espinas cuando arden debajo de la olla y así también esto es vanidad.
No digas: ¿De que proviene que los tiempos pasados fueron mejores que los de ahora?, pues ésta es una pregunta necia.
La sabiduría con riquezas es mas útil y aprovecha más a los hombres.
Tú, en el día que tengas bueno, goza del bien y prevente para el día malo; porque como Dios ha hecho aquél, así ha hecho éste, sin que ningún hombre tenga justo motivo para quejarse.
No quieras ser demasiado justo ni saber mas de lo que conviene, no sea que vengas a parar en estúpido.
Bueno es que socorras al justo, mas no por esto retires tu mano de otros, pues quien teme a Dios a nadie desecha.
No te pares a escuchar todas las conversaciones que se tienen, no sea que oigas a tu siervo murmurar de tí.
Ya que tu conciencia te atestigua que tú también has murmurado frecuentemente de otros.
Hallé que es mas amarga qque la muerte la mujer, la cual es un lazo de cazar y una red su corazón y sus manos, unos grillos. Quien es grato a Dios, huirá de ella; pero el pecador, quedará preso.
Razón que aún anda buscando mi alma sin haberla podido descubrir; porque entre mil hombres hallé uno y ninguna entre todas las mujeres.
que no hay bien para el hombre en esta vida, sino el comer y beber, y estar contento y que esto es lo que únicamente sacará de su trabajo en los días de su vida que le ha concedido Dios en la tierra.
al fín entendí que no puede el hombre hallar razón de todas las obras de Dios que se hacen en este mundo y que cuanto mas trabaje por descubrirla menos la hallará, aunque dijere el sabio que el la sabe, nunca podrá dar con ella.
No hay hombre que viva siempre ni que pueda presumirse de esto; el perro que vive, vale mas que el león muerto.
Pues los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben ya nada, ni están en estado de merecer y su memoria ha quedado sepultada en el olvido.
Asimismo el amor y el odio y las envidias se acabarán juntamente con ellos y no tendrán ya parte ninguna en este siglo ni en cuanto pasa debajo del sol.
Anda, pues y come con alegría tu pan y bebe con gozo tu vino, ientras tus obras son agradables a Dios.
Estén blancos en todo tiempo tus vestidos y no falte en tu cabeza el bálsamo.
Goza de la vida en compañía de tu amada esposa, durante todos los días de tu vida instable, que se te han concedido debajo del sol por todo el tiempo de tu vanidad, ya que mientras vives ésta es la parte que te toca de tu trabajo, con que andas afanado en este mundo.
Todo cuanto pudieras hacer, hazlo sin perder tiempo; puesto que ni obra, ni pensamiento, ni sabiduría, ni ciencia, ha lugar en el sepulcro, hacia el cual vas corriendo.
Volví mi consideración a otro asunto y observé que debajo del sol ni la carrera es de los ligeros, ni de los valientes la guerra, ni el pan para los sabios, ni para los doctos las riquezas, ni de los peritos en las artes es el crédito; sino que todo se hace por azar y a la ventura.
Las palabras de los sabios son oídas en silencio, mas que los gritos de un principe entre tontos.
Mas vale la sabiduría que las armas militares, mas quien errare en un solo punto perderá muchos bienes.
Las moscas muertas en el perfume echan a perder su fragancia; una pequeña y momentanea imprudencia es mengua de la sabiduría y de la gloria.
El corazón del sabio esta siempre en su mano derecha; el corazón del insensato, en su izquierda.
Además, el necio que va siguiendo su camino, como él es un insensato, tiene por tales a todos los demás.
El detractor oculto es semejante a la sierpe que pica sin hacer ruido.
Las palabras de la boca del sabio salen llenas de gracia; los labios del insensato le precipitarán.
Sus primeras palabras son una necesad y un error perniciosisímo el remate de su habla.
El tonto habla mucho. Ignora el hombre lo que pasó antes de qque naciese y lo que sucederá después, ¿Quién se lo podrá mostrar?
Tu no murmures del rey ni aún por pensamiento, ni hables mal del rico en el interior de tu gabinete: porque las mismas aves del cielo llevarán tus palabras y los pájaros publicarán cuanto has dicho.
Asi como ignoras por donde viene el espiritu y la manera como se compaginan los huesos en el vientre de la que está encinta; asi tampoco puedes conocer las obras de Dios, hacedor de todas las cosas.
Gózate oh joven, en tu mocedad, disfruta de los bienes tu alma en los días de tu juventud, sigue las inclinaciones de tu corazón y lo que agrada a tus ojos; pero sábete que de todas estas cosas te pedirá Dios cuenta en el día en que te juzgue.
Los dichos de los sabios son como aguijones y como clavos incados profundamente.